viernes, 10 de enero de 2014

- EN CASA DE: INEZ VAN LAMSWEERDE Y VINOODH MATADIN -



A pesar de sus nombres casi impronunciables, ellos, son dos de los artistas de la fotografía más consagrados que tenemos hoy en día. A pesar de sus nombres tan complejos, nunca verás alguno de ellos en solitario, porque el nombre de uno, no tiene sentido sin el otro. 

Ambos son de Amsterdam y tienen un curioso don para que el arte y la fotografía de anuncios de moda liguen perfectamente. Podéis echar un vistazo en su página web: Inez and Vinoodh.

Pero hoy no estoy aquí para hablar de ellos, ni de su fabuloso trabajo. Hoy estoy aquí para descubrir los entresijos de su maravillosa casa afincada en Nueva York y qué ideas podrían aportarnos a la hora de decorar. Las fotos las descubrí ya hace algún tiempo en la revista AD (Architectural Digest), que es una de mis revistas favoritas y que colecciono desde hace ya bastante tiempo y tengo todas mis estanterías abarrotadas con sus números.


Bien, analizando lo que es su casa, hay varias cosas que destacan a simple vista y otras, evidentemente, en las que se me van los ojos. Por ejemplo, se ve que es un apartamento muy abierto, no hay habitaciones que separen las estancias, pero eso no quiere decir que cada estancia de la casa no esté bien definida. Se puede contemplar perfectamente donde está el estudio, el salón o la zona de estar y la biblioteca. Tres estancias muy, pero que muy diferentes entre sí, pero que cada una conserva su pequeño espacio.

Esto me gusta mucho porque mi casa tiene este punto de parecido con la suya y es que yo tengo cocina, comedor, salón y biblioteca todo junto. Si los objetos no se colocan bien, puede parecer un batiburrillo y hacer que todo sea una misma cosa.

Yo ahora mismo me encuentro en el punto de re-decorar el salón y el comedor para que parezcan dos estancias diferentes. Cuando consiga terminarlo, prometo fotos del antes y el después :)

Como objetos de decoración, me encanta la mezcla de las cosas sencillas y minimalistas con los detalles étnicos de las mantas, cojines o alfombras. La pared llena de marcos con fotos y cuadros que hay en la zona del estudio. El detalle de las escaleras apoyadas en la estantería infinita cargada de libros, esa maravillosa mesa de cristal con fondo azul que hay en frente del sofá, que me hace recordar levemente, no se por qué, los cuadros de Rothko. Y mi gran debilidad, el toque rosa.



Y por último aquí hay imágenes de la cocina, el dormitorio y el baño. Que lo que más me ha llamado la atención, a parte de la abundancia de madera natural, es lo lineal, limpio y minimalista que se conserva todo en contraposición con el salón, que realmente lo enriquecían las alfombras y cojines étnicos que os comentaba, le aportan color y luz a la casa. Pero en realidad, para mi gusto, está muy equilibrada.

Espero que os haya gustado mi pequeño análisis.
Gracias por leer!



No hay comentarios:

Publicar un comentario